julio 06, 2008

Haciendo tierra


Cuando por fin se reconoce la grieta en el casco de la nave y el único suelo conocido se atraganta de mar, siempre resulta conveniente olvidarse de la bitácora. 

Todos estos meses de ayuno semántico nunca me parecieron un síntoma hasta que di dos pasos hacia atrás y lo miré en conjunto con los demás: la palidez interior, mi temor al poder que siempre han tenido sobre mí las palabras, la incongruencia irreparable y las manos que de tanto no escribir se convirtieron en dos puños que no servían más que para jalonear la mordaza. 

La neta es que me negaba a inaugurar el blog desde la turbiedad que sucede a la catástrofe y, para hacer algo de tiempo, me entretuve en desahogar la embarcación a cucharadas. Así, en la mediocridad del silencio atravesé por todas las muertes: la de Gaia (que de otra manera podría estar emergiendo de mi cuerpo justo hoy), la del mejor de los amigos y el peor de los socios, la del único abuelo que tuve. Creo que ni siquiera he escrito sobre la Abichuela Mágica que ahora cultivo yo sola (y que me enseña algo nuevo casi siempre por las malas) o sobre el Perro y el vínculo que me une a Gion por encima de la consanguinidad; sobre Vivian, mis uñas rojas y mis sueños (tras)lúcidos...

Sobre cómo desde ese lugar tan hondo adentro mío hacia el cual me aventuro, hoy por fin retomo la crónica... que no es la del barco que se hundió sino la del náufrago, que nada -esperanzado- hacia la orilla.


5 comentarios:

EL GUARDIÁN dijo...

Muy bien, escuinclosa. Muy bien.
La verdad es que, por un lado, debo remarcar el afortunado hecho para mí de apadrinar tu blog. Larga vida a él y a su dueña, faltaamás.
Y pues buéh, en segundo pero primordial lugar, te felicito. Esa turbulencia que se alcanza a percibir debajo de la superficie sólo es un claro indicio de que se remueven cosas estancadas, de que comienzas etapa nueva, y eso siempre es bueno. Hora de darle un giro a todo.
Sólo dedícate a ser tú. Del resto no tienes ningún problema.
Una vez un tipo que escribía y que se llamaba George Bernard Shaw dijo algo así como "La persona razonable se adapta al mundo. La que no lo es adapta el mundo a sí misma; de manera que cualquier avance de la humanidad depende de la no razonable".
Un mundo escuincloso a tu salud.
Y un beso aquí de inauguración.

Anónimo dijo...

Hasta que veo una lectura inteligente. Entre la lista del súper, las cuentas por pagar y las revistas del corazón ya no me quedaba para más. Celebro tu intención de enterarnos de tu vida, ya sabes que he sido y soy un "fans" de tu lectura y de las 3000 cosas impredecibles que te suceden. Menos ruido y más nueces con la entrega número dos!!
P.D. Como me suscribo p' que me avise cuando salgan las nuevas crónicas de Eileenarnia?

Anónimo dijo...

un viaje imaginar todo lo que habrá en esa orilla, ya lo quiero conocer, t quiero chaparrienta

Marysol dijo...

Siempre he admirado la creatividad y forma de escribir que tienes. Dentro de tu descripición te faltó poner: "humorista nata (con o sin intención)". Me divierto mucho contigo, pero en el plan de compartir, que conste.
Suerte y por favor mantenme al tanto de las actualizaciones de este blog.Suerte con él.

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Recién comienzo a leer a Hermann Broch (en traducción :( no sé alemán todavía) La muerte de Virgilio. ¿Has leído a ese tío?

Estas son mis líneas favoritas de un principio de blog, (de mi top dos :P):

Cuando por fin se reconoce la grieta en el casco de la nave y el único suelo conocido se atraganta de mar, siempre resulta conveniente olvidarse de la bitácora.

P.D. También vengo a informarte que contesto todos los comentarios en mi blog por si quieres pasar a leer tu respuesta :)