febrero 14, 2009

AMEN



‘tis better to have loved and lost
than to never have loved at all
- Billie Holiday

Respetabilísimos amores de mi vida (ustedes saben bien quiénes son):

Llevo semanas peleándome con un bloqueo creativo que no conseguía sostener en mi mano, pero uno no encuentra nada hasta que deja de buscarlo. Ahí estuvieron siempre las cosas sobre las que quería escribir gritando mis verdades recrudecidas desde las paredes de la entraña, pero hoy afortunadamente amanecí con la misteriosa y conmovedora urgencia de leerlas.

Sí, amable lector; yo sé que siempre me agarro de usted para hacer mis catarsis, pero téngame paciencia: estoy regresando de darle la vuelta a mi mundo interior en 80 segundos en pleno día de San Valentín -no sin antes haberle arrancado, una a una, las capas de comercialidad- y me siento obligada a rescatar un par de esos mensajes que en celebraciones como la de hoy suelen extraviarse entre globos metálicos cardiacos y flores asesinadas, y los cuales considero de vital importancia:

Ámense.
Quiéranse a pesar de los callos de su personalidad, de las corazas de su corazón.
Arriesguen.
Dénse el lujo de volverse vulnerables.
Huélanse, tóquense.
Desnuden sus sentimientos de cualquier máscara.
Arránquense todas las etiquetas
Y también los lastres que traen arrastrando del pasado.
Atrévanse a hacer la llamada/la visita/el amor.
Pónganles palabras a los sentimientos, que un "No" nunca va a doler tanto como un "Hubiera”.
Háblense.
Escupan los Teamos que tienen atorados en la garganta.
Acérquense.
Regálense a sí mismos -y al otro- el beneficio de la duda.
(Si estabas esperando una señal, ésta es).
Reestablezcan contacto.
Pidan /den perdón, siempre empezando por ustedes mismos.
Dejen de regocijarse en el morbo de sus cicatrices y quítenles de una vez las últimas puntadas.

Vuélvanse locos, que para encontrar la razón hace falta perder un poco la cabeza.

Amen...
y Amén.