De la Moleskine de bolsillo.
Junio 06, 2009. Jiutepec, Morelos.
Qué sencilla, qué bella la caricia del viento. Los árboles erguidos en silencio comparten su calma.
Las lluvias devuelven el verde a la loma, roban el violeta a la jacaranda y bajo la hierba quién sabe qué semillas estén gestando ya; el suelo quemado es vientre de un mundo que aún no nos ganamos.
Este sosiego ya no parece tan mío, siento que en cualquier momento alguien va a acercárseme con la factura.
Las palabras ya no me sirven, me encuentro menos con su forma. No consigo acomodarlas para que me hagan justicia.
El escarabajo se estrella en la bombilla por la noche y de día la mariposa me hace pensar en Gion. Creo que él, sin entender bien por qué, también me extraña.